martes, 15 de diciembre de 2009

¿Eres tú el príncipe azul qué yo soñé?


Las niñas crecemos con una idea equivocada. Desde pequeñas nos cuentan que una rana, si la besas, se convierte en príncipe y además, azul… mmm… ¿Sería un Pitufo?

No lo sé. El caso es que las ranas, por más que las besemos, siguen siendo ranas. Siguen siendo seres simples que lo único que hacen es croar, ver como cae la lluvia y comer moscas. Y sin ánimo de ofender a las ranas (porque este post además no es para ellas), lo cierto es que con ese final feliz y mentiroso vamos creciendo…

Pero ¿Qué es exactamente un príncipe azul? ¿Qué es lo que se supone que lo hace tan maravilloso? Y… ¿Por qué se supone que es lo mejor que nos puede pasar en esta vida, chicas?

Qué triste crecer con este único final tan excluyente. Porque el príncipe azul es sólo un tipo de príncipe. Y príncipes hay muchos.

Porque parece ser que todo lo que no sea azul, no es tan bueno, y lo cierto es que el azul es sólo un color de entre los miles de matices y tonalidades que hay en la vida.

Y menos mal ¿no?

martes, 8 de diciembre de 2009

Pura contradicción


Y después de un largo puente, de vuelta a la rutina. De vuelta al orden de cada día en que poco queda para la improvisación. Y así un día, otro día y otro hasta que llega de nuevo el fin de semana, en el que podemos hacer un poco lo que nos da la gana.

¿Os imagináis que fuese al revés? ¿Qué la semana laboral durase dos días y que tuviésemos siete para el ocio? ¿Seríamos acaso más felices? La verdad es que es difícil saberlo. De alguna manera necesitamos de cierto orden y concierto en nuestras vidas. Lo que ocurre es que la rutina nos “rutiniza”. Nos convertimos casi en autómatas y nos dejamos llevar por la corriente de la semana, así, sin pensar…

…y así sin pensar llega de nuevo el “por fin es viernes” y esas semanas de vacaciones que tanto anhelamos. Pensamos que haremos lo impensable y que hasta, si nos los proponemos, podremos incluso pensar. Pero… ¿No será que disfrutamos más de este tiempo de ocio porque sabemos que tiene un principio y un fin? Porque eso de no saber qué vamos a hacer por un corto periodo es divertido, pero si se alarga demasiado en el tiempo ya puede dejar de hacernos tanta gracia…

Porque el desorden nos gusta, a ser posible, algo ordenado. Y viceversa.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

¿Eres "cool"?


Hace unos años leí un artículo acerca de los cool hunters o “cazadores de tendencias” que despertó mi curiosidad casi de forma inmediata. Tardé poco en ponerme en contacto con la persona que lideraba este grupo, con base en Holanda, y que a su vez gestionaba una red de “cazadores” por todo el planeta, con una única plataforma: internet, y un sólo objetivo: la tendencia.

Cámara en mano, los cool hunters nos disponíamos a inmortalizar todo aquello que nos inspirase un “algo diferente”, que nos dijese algo sin decir, que más bien, nos hiciese sentir. Cosas, objetos, lugares, olores...

Siempre me ha fascinado el mundo de la tendencia. En cualquier campo. Cómo surge, quién la genera, hasta dónde llega…y porqué. Quién dice lo qué hoy es moda y mañana no. Y sobre todo, esa sensación que tenemos de estar in o estar out, de esto mola y esto no… ¿Por qué? ¿Quién juzga? ¿Nosotros mismos? ¿Bajo qué influencia?

sábado, 28 de noviembre de 2009

¿Qué estás pensando?


El tiempo presente es eso que pasa mientras estás leyendo estas líneas. Ya está. Lo que acabas de leer ya es pasado y lo que te queda aún, en el párrafo siguiente, futuro.

Y el futuro ya está aquí. Y se vuelve a hacer presente ¡presente! Y si miras hacia atrás, de nuevo pasado.

Hay que ver que delgada es la línea que separa los tiempos. El presente ¿cuánto dura? Es ya, es ahora, es aquí.

El pasado no obstante parece un bloque temporal de duración infinita, por no hablar del futuro, cuyo horizonte parece interminable, inalcanzable…
El equilibrio, dicen, radica en vivir el presente sin perder de vista lo aprendido en el pasado y con cierta perspectiva hacia el futuro, hacia lo que está por venir. De todas maneras hay gente que se ancla en uno de estos vértices. Hay personas que viven proclamando que cualquier tiempo pasado fue mejor y otras que piensan que lo mejor está aún por venir.

Y mientras pensamos en todo esto, el tiempo avanza, imparable…

jueves, 26 de noviembre de 2009

Más allá de la Pantonera...


Los colores hacen la vida más alegre o más triste, más divertida o aburrida, más estresante o relajante. Los colores, al fin y al cabo, hacen.

Cuando utilizamos los colores con un fin, como crear un determinado ambiente, vemos como cada color se utiliza para transmitir una serie de sensaciones que influyen en nuestro estado de ánimo, seamos o no conscientes de ello.

En este sentido, es curioso ver como en los establecimientos de comida rápida suele predominar el color rojo, color agresivo que nos hace sentir algo incómodos, que queramos permanecer allí el menor tiempo posible, dando lugar a una mayor rotación de personal, lo que es al fin y al cabo, parte de la filosofía fast food.

En el lado opuesto estarían los locales tipo lounge, espacios creados para el placer, comodidad y elegancia, donde los colores claros y suaves, junto a un hilo musical de carácter sensual, crean un ambiente envolvente del cual es difícil querer deshacerse.

En la película de Amelie los colores cobran un fuerte protagonismo. Rojo, azul, verde y amarillo crean distintas atmósferas, añadiendo intensidad al sentir de nuestra dulce Amelie en cada momento.

Y tú, en qué color "te encuentras" ahora mismo?

lunes, 23 de noviembre de 2009

La realidad es subjetiva


Así comenzó una vez su clase un profesor en la Universidad: “La realidad no existe. Todo es subjetivo”.

La verdad es que no estoy del todo de acuerdo con esto. Hay hechos que son los que son, por más que luego cada uno de nosotros los interpretemos y transmitamos, generando así una cadena de sucesivas interpretaciones y transmisiones.

Lo que sí es curioso es esa subjetividad a la que hacía alusión mi profesor. Cómo cada uno de nosotros podemos ver cosas tan distintas de un mismo hecho, valorando cosas diferentes de ese hecho en sí…es lo bonito y a la vez peligroso de la individualidad, lo que puede llegar a ser constructivo y a la vez destrucción…

Cuál es “tú” realidad…?

viernes, 20 de noviembre de 2009

Piel con piel


Ayer tuve, como ya os había comentado, la primera sesión del taller “Cuentos sobre la piel” con Irene. Me gustó bastante dedicar un hueco del día a algo tan importante como es el fomentar el contacto físico con los peques y si la excusa es además un cuento, pues mejor que mejor.

La verdad es que siempre he tocado, besuqueado y manoseado a mis “pezqueñines” y ya no sólo por ser algo pegajosa, sino que de una manera instintiva he sentido que debía ser así. De hecho la naturaleza, que bien sabia es, hace que los bebés sean tan tiernos y achuchables, entre otras cosas, porque sobre todo en esta primera etapa de la vida el contacto piel con piel es vital.

Pero los niños van creciendo…y el contacto físico se va dosificando. Y hablo de la primera infancia. Parece ser que el hecho de que los niños vayan ganando en independencia incluye también el que no necesiten tanto de ese contacto, que hasta bien mayores, seguimos necesitando.

“… Amelie creció aislada del resto de los niños por decisión de su padre, debido a su equivocada creencia de que ella sufría problemas cardiacos. Lo que en realidad ocurría era que cada vez que él le hacía un chequeo médico en casa, el corazón de Amelie se disparaba, simplemente por el contacto físico con su padre…”.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Marcas blancas...blancas marcas


Las marcas blancas como marca son la anti-marca. Me explico. Una marca es al fin y al cabo un valor emocional. Uno compra una determinada marca y no otra (siempre y cuando el producto en sí no es tan diferente), simplemente por ese valor añadido que encaja con mi forma de ser, de pensar y de actuar. O sencillamente porque sí. Pero qué ocurre cuando nos decantamos por un producto HACENDADO, nombre feo donde los haya, dicho sea de paso, cuyo packaging probablemente no nos hubiera llamado la atención jamás (por no hablar de los nombres de los productos -aún estoy en estado de shock con las galletas de nombre "relieve"- ni de los textos que hay en los paquetes...de qué cabeza creativa habrán salido?) Está claro que vamos a por el producto, porque su relación calidad-precio nos parece adecuada.

A mí me parece bien que exista la marca blanca. Me gusta también ir descubriendo productos que además de baratos ¡están buenos! aunque mi defecto profesional haga que tenga que cerrar los ojos para no indagar demasiado en ese no-packaging.

Pero vayamos al producto, que es lo que nos queda. Intercambiemos nuestra experiencia HACENDADO. Mi nº1 es el yogur blanco de beber. Cuál es el tuyo?

martes, 17 de noviembre de 2009

Esto de tener un blog...

...mola. Lo que ocurre es que de repente quieres decir muchas cosas, pero no quieres decir cualquier cosa. Y tampoco quieres hacerlo de cualquier manera. Ante ti tienes un nuevo canal, un altavoz potente, una audiencia. Y no quieres defraudar. Escribir lo que te apetece o lo que crees que a los demás les apetece leer...? Intentar las dos cosas a la vez...? Porque escribir por escribir no es escribir. Para eso uno no se hace un blog.

En fin, sé que es el principio y que ahora tengo muchas ganas de contar multitud de cosas. Me dosificaré para que el torrente de energía se mantenga y este sea el principio de una bonita historia, llena de historias. Y todas por compartir. Porque vuestros comentarios son los que dan sentido a este espacio. De lo contrario mi voz se perderá, eco de su propio eco...

estrellas en la mirada: Cuentos sobre la piel

estrellas en la mirada: Cuentos sobre la piel

El próximo jueves asistiré a este taller con Irene. Ya os contaré qué tal pero la verdad es que sólo el nombre del taller ya me resulta inspirador...

Amelie va a cambiar tu vida...!